Prado de Edward y Bella

Llegué al prado donde solíamos estar con Edward. Caminé por allí completamente distraída, tanto que tropecé con una raíz levantada. - Porque no me sorprende esto? - me pregunté susurrando sarcásticamente. Me refregué las manos para quitar la tierra de ellas.
Caminé hacia el centro del prado y me senté, recorté una flor y me dispuse a observarla.

- En realidad a mi si me sorprende un poco - comente mientras me sentaba a su lado y le acariciaba la mejilla - Pense que tu coordinacion mejoraria - dije conteniendo una risa. No queria que se enojara por aquello, por lo que enseguida añadi - Pero debes admitir que es parte de tu encanto - tome sus manos y quite los restos de tierra que tenian.

Sentí la angelical voz de Edward y sonreí - Yo también contaba con eso - dije - Aunque creo que ir distraída por ahí no me ayuda mucho - reí y miré sus ojos, dorados y hermosos. Me perdí en su mirada y, después de un minuto, volví a respirar aunque no lo necesitaba.

Rei ante sus palabras - Tu siempre estas distraida, cariño - comente con voz dulce mientras la rodeaba con mis brazos. El dia estaba perfecto, pero nada se comparaba siquiera con la persona con la que compartiria la eternidad.
- ¿Hay algo que quieras hacer en especial? - pregunte mirandola tiernamente.

Asentí a lo que dijo. Estiré el cuello y le besé tierna y suavemente. Sonreí y rodeé su cuello con mis brazos acercándolo más a mí. Me separé un poco de él .

La tome por la cintura para pegarla más a mi. Cuando se separo un poco, admire su bello rostro pasando el dorso de mi mano por el contorno de su cara.

Sentí su caricia y cerré los ojos sonriendo. - Te quiero - musité. Me recosté en su duro pecho y suspiré.

- Yo te quiero más - murmure con mis labios sobre su cabello y regalandole aquella sonrisa que era su favorita.

- Sigo dudando de ello - dije mirando su hermoso rostro. - Tal vez sea un empate - le susurré al oído -

- Solo por esta ocasion te dejare ganar - dije soltando un risa y pasando mis dedos por sus mejillas - La proxima gano yo - comente con una enorme sonrisa.

Eso hay que verlo - dije desafiante - no te olvides de que soy terca - reí sileciosamente y estiré mi cuello en busca de sus labios

- Lo se - dije antes de que sus labios se presionaran con los mios, la bese tiernamente moviendo lentamente mi boca.

Lo seguí besando y lo empujé, quedando acostados sobre la húmeda hierba. Apoyé una mano sobre su callado corazón.

La rodee con mis brazos, quitando un mecho de pelo de su cara mientras ella posaba su mano sobre mi pecho.

Me separé de él por una milésima de segundo. - sabes, eres como un imán - dije entre beso y beso *Y creo que precisamente yo soy el metal* agregué para mis adentros.

Sonrei levemente ante su comentario y continue besandola con fervor. La tome por la cintura y la atraje hacia mi, acariciando con mi mano libre su cuello y hombros.

Sentí que me atraía más hacia él y luego sus caricias y sonreí. Seguí besándolo.

La recoste suavemente en el pasto, poniendo mi brazo bajo su cabeza y tomando con mi otra mano su rostro. Continue besando sus labios y fui bajando lentamente hasta llegar a su cuello.

hiba camiando por un enorme prado.. cuando de pronto reconoci el aroma de unos de los cullen,era bella y edward en ese claro..hiba en busca de su hija ya que tenia tiempo sin hablar con ella pero creo que llegue en un momento inoportuno.. -jum, jum!!- intente aclararme la garganta para que pudieran escucharme y luego los salude.. -hola edward, hola bella.. hiba en camino a su casa para preguntar por nessie.epro si quieren puedo ir sola..- estaba apenada ya que los habia interumpido en el claro