Llegando y perdida

Luego de llegar a Estados Unidos, mi tía me dijo que cerca del pueblito llamado Forks vivían otros como ella y mamá, que quizás en ese lugar podía encontrar a alguien que pudiese hacerse cargo de mí. Yo solamente la miraba extrañada, ¿por qué no podía ella quedarse conmigo? ¿Qué era lo que hacía que fuera tan extraña que la familia de mis padres había querido asesinarnos a los tres?
Nada me calzaba, yo solo era una niña normal, ¿o no?, mi padre era vampiro, mi madre licántropa, ¿eso hacia de mi un fenómeno?
Habían pasado tres días, y según lo dicho por mi tía, estábamos cercanos al lugar en donde tenía que dejarme, todavía estábamos en el bosque, pero poco a poco comenzaba a distinguir el ruido de los autos, y la gente. Debíamos estar cerca del pueblo.

-Hasta aquí llego yo pequeña Isi, tengo que volver con mi familia, y tú tienes que buscar a una para ti. Lamento tener que abandonarte, pero no puedo estar más tiempo cerca del fenómeno que logro que asesinaran a mi amada hermana – dijo mi tía con un deje de rencor en la voz – si no hubiese sido por la sanguijuela de tu padre, nada de esto estaría pasando. Ahora, sigue caminando derecho y llegaras al pueblo –terminó de decir y en un segundo ya no estaba más.

Comencé a llorar fuertemente, estaba sola, odiaba estar sola, tenía miedo. ¿Y si nunca encontraba a alguien que me quisiera? ¿Y si todo el mundo pensaba que era un fenómeno, como dijo mi tía? Por mi culpa mis padres habían muerto, yo no debía existir, yo era mala, todo esto era mi culpa, y ahora debía quedarme sola, como castigo.
Estaba tan vulnerable que nisiquiera se me pasó por la cabeza que debía cambiar a mi apariencia de chica mayor, que sería menos peligroso que encontraran a una chica que a una pequeña niña, pero estaba tan triste que no era capaz de nada...Comencé a caminar por las calles del lugar, ya sin lágrimas, pero con los ojos enrojecillos e hinchados.