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Como debe ser
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Twilight Rol :: Off topic :: Fanfic
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Como debe ser
por Kate Johnson 31.08.09 0:18
Bueno, esta historia de parece a crepúsculo, hay vampiros, humanos y lobos, la diferencia es que aquí no son enemigos...ah...y aparecen cazavampiros...bueno, esto lo escribí en mis ratos de ocio, aqui va el primer capítulo.
Los nuevos
Amaneció un poco helado, aunque el sol brillaba débilmente, la luz penetraba por entre las cortinas de mi habitación…genial, era el primer día de clases de mi último año en la escuela. Me vestí lentamente, me puse mi blusa negra favorita y unos vaqueros azules que mama me había regalado por mis excelentes calificaciones del año anterior. Abrí las cortinas y, por un momento, la luz del sol me encegueció, baje las escaleras con desgano, Lorene (mama) estaba esperándome para desayunar, llene mi tazón con cereales y leche y comí mecánicamente.
Papa (Jhon) estaba trabajando en la tienda de artículos electrónicos de los Hudson y debía entrar muy temprano y Jake (mi hermano mayor) era doctor en la clínica de la ciudad. Me despedí de Lorene y salí, el sol había desaparecido y, en su lugar había solo nubes, obscuras nubes, iba a llover. Aun así no volví por mi chaqueta y seguí mi camino a la escuela, en el trayecto pase a buscar a mi mejor amiga, Elizabeth.
-¿Qué tal?-me pregunto alegre como siempre-tengo la sensación de que pasaran cosas muy interesantes este año.
-Si tu lo dices…-agregue en un tono que me pareció algo indiferente y seguimos caminando.
De vez en cuando, ella me preguntaba por mi madre, se llevaban de maravilla y, es que mama confiaba en que ella me haría sonreír otra vez y, es que desde los doce perdí el gusto por la risa, luego de que viera como asesinaban a una mujer, pero prefiero no pensar en ello.
-Kate…Kate…-le escuche decirme-¿estás bien?
-¿Qué?, claro que estoy bien… ¿Por qué me lo preguntas?-no entendía, ¿es que acaso me había estado hablando mientras pensaba en aquel horror?
-Te estaba diciendo que…-me di cuenta de que en ese momento cambio el rumbo de la conversación-¿en que pensabas?
Me encogí de hombros, no quería que supiera que aun recordaba lo del asesinato de aquella mujer. Llegamos temprano a la escuela, casi no había gente, salvo por un par de chicos que se encontraban en sus autos terminando de estacionarse. Hubo uno que llamo mi atención, era negro, no sé de que modelo, marca ni año, la verdad es que nunca me he interesado por los autos, pero este era…extraño, nunca lo había visto, sus ocupantes eran los únicos que aun no bajaban, pues el resto ya lo había hecho.
-Hola, chicas ¿Cómo están?-¡Ay, no! Era Michael Hudson, el hijo del jefe de mi padre, era odioso, siempre presumiendo su ridículo auto rojo sin techo… ¿deportivo se supone que se les dice? En fin, me da igual, el nunca me había agradado.
De pronto mis ojos se desviaron de aquel individuo mediocre y volvieron a posarse en el auto negro, los tres ocupantes comenzaron a salir de auto, eran dos muchachos y una joven, tenían algo muy extraño, eran demasiado hermosos para ser de este mundo. El primero era pelirrojo, de gran estatura, un poco delgado, pero tenía bonitos ojos, la chica era rubia, un poco más alta que yo y se veía fina y delicada y, el tercero, tenía el pelo castaño oscuro, era alto y musculoso, además de apuesto.
-Son nuevos-le oí decir a Michael, quien parecía haber notado mi inusual interés, como si yo no me hubiese dado cuenta de que eran nuevos-Jolliet es el apellido de dos de ellos…el otro creo que se apellida Jefferson.
¡WOW! Era gente totalmente nueva e interesante, quite mis ojos de ellos para poder concentrarme en lo que me rodeaba. Elizabeth y Michael hablaban acerca de…bueno, en realidad me da igual. La escuela ya estaba casi llena, así que me aleje de ellos y me dirigí a la sala de cálculo, vaya manera de comenzar mi último año, al entrar me di cuenta de que el aula se encontraba casi vacía a excepción de dos muchachos que conversaban, se trataba de los mas habladores de la escuela, Jhon y Kurt, los salude y tome asiento.
Me ubique en el tercer puesto, saque mi reproductor de música y cerré los ojos, escuchaba la que era mi canción favorita “Fences” de Paramore, un grupo algo nuevo, pero sus letras eran mi fascinación. Sentí que alguien se sentó a mi lado, Michael, probablemente era él, no me había gustado mucho la idea de que durante este año Elizabeth tomara física en vez de cálculo.
Cuando abrí por fin mis ojos, la luz del sol casi me cegó por completo y, es que mi lugar estaba al lado de las ventanas, si, Michael se había sentado a mi lado y me observaba con reproche.
-¿Qué?-le interrogue de mala gana sin esperar respuesta alguna.
-¿te gusta ese grupo…Paramore?-estaba con el ceño fruncido, al parecer a él no le gustaba mucho.
Antes de que pudiese contestar, el señor Brown había entrado en el aula, nos saludo amablemente, reviso la lista y frunció el ceño.
-Vaya, diez alumnos menos-agrego con desgano.
A él siempre le había gustado impartir su clase a la mayor cantidad de alumnos posible. De pronto su semblante cambio y la mueca que se había formado en sus labios anteriormente, ahora se había transformado en una sonrisa.
-Tenemos una compañera nueva-comento, y es que no había caído en la cuenta de que la chica rubia del automóvil negro se encontraba en un rincón del salón-¿nos haría el favor de presentarte?
-Claro-respondió ella.
Avanzo rápidamente, llevaba puestos unos vaqueros y una blusa roja, ambos muy ajustados a su cuerpo y unos tenis rojos, era muy atractiva. Le tomo apenas unos segundos presentarse, se llamaba Ashley Jolliet, había llegado con toda su familia desde Alberta, Canadá. Su padre era arquitecto e iba a diseñar otro centro comercial en Carson, su madre tenía una pastelería, era repostera como mi madre, tenía un hermano llamado Jason, y su primo había venido con ellos, de seguro eran los mismos del estacionamiento.
La clase comenzó sin previo aviso, ecuaciones, ¿otra vez? Mire por la ventana y me di cuenta de que recién estaban comenzando a caer las primeras gotas de agua, el clima aquí se estaba tornando algo extraño e impredecible. Michael me dio un codazo y lo mire furiosa, me señalo al señor Brown que me observaba serio.
-Johnson…te pedí que desarrollaras el ejercicio, “por favor”-me dijo marcando su voz en las dos últimas palabras.
¡Maldición! Que despistada, me puse de pie y avance hacia la pizarra, el ejercicio era bastante largo, pero sencillo, al parecer, nadie más sabia la respuesta.
Comencé rápidamente y, sin previo aviso, la puerta del salón se abrió, no me gustaba parecer entrometida, así que continué desarrollando el ejercicio.
-¿Sí?-pregunto el señor Brown a quien había entrado.
-Me dijeron que…-se detuvo un momento, era la voz de un muchacho, me pareció sentirme observada,…que paranoia-…que me podía cambiar de clase… ¿le molesta?
-¡Para nada!
Brown estaba feliz con el nuevo chico al cual impartiría sus conocimientos durante un año. Me pidió que me detuviera para que aquel muchacho se presentara, cuando voltee, me encontré con la mirada más encantadora que hubiese visto jamás, el me observaba, tenía los ojos de un hermoso color negro, sentí que me sonrojaba, y desee no tener que estar en aquella situación tan incómoda, así que baje la vista.
Su nombre era Jason Jolliet, era el hermano de Ashley, no había notado lo alto que era(al menos unos 20 o 30 cms mas que yo), además de musculoso.
Continué con el ejercicio, solo que mi mente ya no estaba allí, sino que se encontraba sumergida en aquellos hermosos ojos. Cuando me di cuenta, estaba con Elizabeth camino a la clase de español.
-¿Qué tal tu primera clase?- me pregunto como siempre solía hacerlo.
-bien, como siempre-conteste desanimada-¿y la tuya?
-Bueno…-comenzó entusiasmada como si hubiese estado esperando a que le preguntara-estuvo excelente, sin mencionar que el chico nuevo es hermoso…Criss Jefferson…es adorable, se sentó a mi lado.
-Espera-la detuve bruscamente y algo confundida-¿te gusto ese chico?
Me observo por unos segundos y sonrió, definitivamente le gustaba. Fue ahí cuando recordé las palabras de hace un rato “pasaran cosas muy interesantes este año” y, vaya que tenia razón, al menos por ella, porque lo que era mi vida, seguiría igual que siempre.
Se puso medio tonta en español, ya que Jefferson también estaba allí, los Jolliet habían preferido química. En biología estuvimos solas, fue todo un alivio, ya no me preguntaría si es que el la miraba, o que estaba haciendo. Nunca la había visto actuar así… ¿es que acaso todos reaccionan así cuando les gusta alguien? A mi jamás e ha pasado algo así, y espero que no me suceda porque uno no actúa como debe ser y hasta cierto punto, se pierde el sentido común.
Después de nuestra clase de biología nos dirigimos a la cafetería, Michael y Ashton nos hicieron señas para que nos sentáramos con ellos, Maddie y James estaban también allí.
-¿Qué tal chicas?-nos saludo James amablemente.
-Hola a todos-saludo Elizabeth con una gran sonrisa-¿les toco alguna clase con los nuevos?
Todos asintieron y comenzaron a hablar de ellos…vaya monotonía, apenas habían llegado a clase hoy y ya comenzaban a aburrirme. Mire alrededor para concentrarme en otra cosa que no fuesen los nuevos y,…ahí estaban, riendo alegremente los tres, se veían tan felices que me dieron envidia, yo alguna vez había sido así, me reía por todo, tiempo pasado. Me volví a mi bandeja papa comer, pero solo había una manzana.
-Ashton se llevo tu almuerzo mientras estabas en la luna-me dijo Elizabeth sonriendo.
No le devolví la sonrisa, me enfureció que se llevara mi comida y que hubiese dejado una manzana en su lugar…cuando todo el mundo sabe lo mucho que las odio. Me puse de pie furiosa, tanto que mi silla rechino en todo el comedor, las miradas se clavaron sobre mí. Tome la bandeja y la fui a dejar, Salí sin despedirme de nadie furiosa con Ashton y mi mejor amiga, vaya forma de comenzar mi año escolar.
Comenzó a llover, mi casa estaba a quince minutos de la escuela, llegaría completamente mojada. Justo cuando iba a cruzar la calle, un auto negro se interpuso en mi camino, espere a que se marchara, fingiendo no haberlo visto, en vez de continuar, la ventanilla del conductor descendió hasta que volví a encontrarme con aquellos hermosos ojos negros.
-Quieres que te llevemos a casa-me pregunto Jason.
-Eh, claro-respondí nerviosa.
Me senté en el asiento del copiloto, detrás estaban Criss y Ashley, el primero escuchaba música y ella me observaba con escrutinio. La velocidad que llevábamos era excesiva, debido a eso llegamos muy rápido a casa.
-Ya llegamos-me dijo estacionando en frente de casa.
-Gracias-le dije algo avergonzada al verle a los ojos.
-Por nada-me sonrió, sus dientes eran perfectos, volví a bajar la mirada y voltee para entrar a casa.
Ahí me dicen que les pareció el primer capitulo para ver si subo el otro o no.
Los nuevos
Amaneció un poco helado, aunque el sol brillaba débilmente, la luz penetraba por entre las cortinas de mi habitación…genial, era el primer día de clases de mi último año en la escuela. Me vestí lentamente, me puse mi blusa negra favorita y unos vaqueros azules que mama me había regalado por mis excelentes calificaciones del año anterior. Abrí las cortinas y, por un momento, la luz del sol me encegueció, baje las escaleras con desgano, Lorene (mama) estaba esperándome para desayunar, llene mi tazón con cereales y leche y comí mecánicamente.
Papa (Jhon) estaba trabajando en la tienda de artículos electrónicos de los Hudson y debía entrar muy temprano y Jake (mi hermano mayor) era doctor en la clínica de la ciudad. Me despedí de Lorene y salí, el sol había desaparecido y, en su lugar había solo nubes, obscuras nubes, iba a llover. Aun así no volví por mi chaqueta y seguí mi camino a la escuela, en el trayecto pase a buscar a mi mejor amiga, Elizabeth.
-¿Qué tal?-me pregunto alegre como siempre-tengo la sensación de que pasaran cosas muy interesantes este año.
-Si tu lo dices…-agregue en un tono que me pareció algo indiferente y seguimos caminando.
De vez en cuando, ella me preguntaba por mi madre, se llevaban de maravilla y, es que mama confiaba en que ella me haría sonreír otra vez y, es que desde los doce perdí el gusto por la risa, luego de que viera como asesinaban a una mujer, pero prefiero no pensar en ello.
-Kate…Kate…-le escuche decirme-¿estás bien?
-¿Qué?, claro que estoy bien… ¿Por qué me lo preguntas?-no entendía, ¿es que acaso me había estado hablando mientras pensaba en aquel horror?
-Te estaba diciendo que…-me di cuenta de que en ese momento cambio el rumbo de la conversación-¿en que pensabas?
Me encogí de hombros, no quería que supiera que aun recordaba lo del asesinato de aquella mujer. Llegamos temprano a la escuela, casi no había gente, salvo por un par de chicos que se encontraban en sus autos terminando de estacionarse. Hubo uno que llamo mi atención, era negro, no sé de que modelo, marca ni año, la verdad es que nunca me he interesado por los autos, pero este era…extraño, nunca lo había visto, sus ocupantes eran los únicos que aun no bajaban, pues el resto ya lo había hecho.
-Hola, chicas ¿Cómo están?-¡Ay, no! Era Michael Hudson, el hijo del jefe de mi padre, era odioso, siempre presumiendo su ridículo auto rojo sin techo… ¿deportivo se supone que se les dice? En fin, me da igual, el nunca me había agradado.
De pronto mis ojos se desviaron de aquel individuo mediocre y volvieron a posarse en el auto negro, los tres ocupantes comenzaron a salir de auto, eran dos muchachos y una joven, tenían algo muy extraño, eran demasiado hermosos para ser de este mundo. El primero era pelirrojo, de gran estatura, un poco delgado, pero tenía bonitos ojos, la chica era rubia, un poco más alta que yo y se veía fina y delicada y, el tercero, tenía el pelo castaño oscuro, era alto y musculoso, además de apuesto.
-Son nuevos-le oí decir a Michael, quien parecía haber notado mi inusual interés, como si yo no me hubiese dado cuenta de que eran nuevos-Jolliet es el apellido de dos de ellos…el otro creo que se apellida Jefferson.
¡WOW! Era gente totalmente nueva e interesante, quite mis ojos de ellos para poder concentrarme en lo que me rodeaba. Elizabeth y Michael hablaban acerca de…bueno, en realidad me da igual. La escuela ya estaba casi llena, así que me aleje de ellos y me dirigí a la sala de cálculo, vaya manera de comenzar mi último año, al entrar me di cuenta de que el aula se encontraba casi vacía a excepción de dos muchachos que conversaban, se trataba de los mas habladores de la escuela, Jhon y Kurt, los salude y tome asiento.
Me ubique en el tercer puesto, saque mi reproductor de música y cerré los ojos, escuchaba la que era mi canción favorita “Fences” de Paramore, un grupo algo nuevo, pero sus letras eran mi fascinación. Sentí que alguien se sentó a mi lado, Michael, probablemente era él, no me había gustado mucho la idea de que durante este año Elizabeth tomara física en vez de cálculo.
Cuando abrí por fin mis ojos, la luz del sol casi me cegó por completo y, es que mi lugar estaba al lado de las ventanas, si, Michael se había sentado a mi lado y me observaba con reproche.
-¿Qué?-le interrogue de mala gana sin esperar respuesta alguna.
-¿te gusta ese grupo…Paramore?-estaba con el ceño fruncido, al parecer a él no le gustaba mucho.
Antes de que pudiese contestar, el señor Brown había entrado en el aula, nos saludo amablemente, reviso la lista y frunció el ceño.
-Vaya, diez alumnos menos-agrego con desgano.
A él siempre le había gustado impartir su clase a la mayor cantidad de alumnos posible. De pronto su semblante cambio y la mueca que se había formado en sus labios anteriormente, ahora se había transformado en una sonrisa.
-Tenemos una compañera nueva-comento, y es que no había caído en la cuenta de que la chica rubia del automóvil negro se encontraba en un rincón del salón-¿nos haría el favor de presentarte?
-Claro-respondió ella.
Avanzo rápidamente, llevaba puestos unos vaqueros y una blusa roja, ambos muy ajustados a su cuerpo y unos tenis rojos, era muy atractiva. Le tomo apenas unos segundos presentarse, se llamaba Ashley Jolliet, había llegado con toda su familia desde Alberta, Canadá. Su padre era arquitecto e iba a diseñar otro centro comercial en Carson, su madre tenía una pastelería, era repostera como mi madre, tenía un hermano llamado Jason, y su primo había venido con ellos, de seguro eran los mismos del estacionamiento.
La clase comenzó sin previo aviso, ecuaciones, ¿otra vez? Mire por la ventana y me di cuenta de que recién estaban comenzando a caer las primeras gotas de agua, el clima aquí se estaba tornando algo extraño e impredecible. Michael me dio un codazo y lo mire furiosa, me señalo al señor Brown que me observaba serio.
-Johnson…te pedí que desarrollaras el ejercicio, “por favor”-me dijo marcando su voz en las dos últimas palabras.
¡Maldición! Que despistada, me puse de pie y avance hacia la pizarra, el ejercicio era bastante largo, pero sencillo, al parecer, nadie más sabia la respuesta.
Comencé rápidamente y, sin previo aviso, la puerta del salón se abrió, no me gustaba parecer entrometida, así que continué desarrollando el ejercicio.
-¿Sí?-pregunto el señor Brown a quien había entrado.
-Me dijeron que…-se detuvo un momento, era la voz de un muchacho, me pareció sentirme observada,…que paranoia-…que me podía cambiar de clase… ¿le molesta?
-¡Para nada!
Brown estaba feliz con el nuevo chico al cual impartiría sus conocimientos durante un año. Me pidió que me detuviera para que aquel muchacho se presentara, cuando voltee, me encontré con la mirada más encantadora que hubiese visto jamás, el me observaba, tenía los ojos de un hermoso color negro, sentí que me sonrojaba, y desee no tener que estar en aquella situación tan incómoda, así que baje la vista.
Su nombre era Jason Jolliet, era el hermano de Ashley, no había notado lo alto que era(al menos unos 20 o 30 cms mas que yo), además de musculoso.
Continué con el ejercicio, solo que mi mente ya no estaba allí, sino que se encontraba sumergida en aquellos hermosos ojos. Cuando me di cuenta, estaba con Elizabeth camino a la clase de español.
-¿Qué tal tu primera clase?- me pregunto como siempre solía hacerlo.
-bien, como siempre-conteste desanimada-¿y la tuya?
-Bueno…-comenzó entusiasmada como si hubiese estado esperando a que le preguntara-estuvo excelente, sin mencionar que el chico nuevo es hermoso…Criss Jefferson…es adorable, se sentó a mi lado.
-Espera-la detuve bruscamente y algo confundida-¿te gusto ese chico?
Me observo por unos segundos y sonrió, definitivamente le gustaba. Fue ahí cuando recordé las palabras de hace un rato “pasaran cosas muy interesantes este año” y, vaya que tenia razón, al menos por ella, porque lo que era mi vida, seguiría igual que siempre.
Se puso medio tonta en español, ya que Jefferson también estaba allí, los Jolliet habían preferido química. En biología estuvimos solas, fue todo un alivio, ya no me preguntaría si es que el la miraba, o que estaba haciendo. Nunca la había visto actuar así… ¿es que acaso todos reaccionan así cuando les gusta alguien? A mi jamás e ha pasado algo así, y espero que no me suceda porque uno no actúa como debe ser y hasta cierto punto, se pierde el sentido común.
Después de nuestra clase de biología nos dirigimos a la cafetería, Michael y Ashton nos hicieron señas para que nos sentáramos con ellos, Maddie y James estaban también allí.
-¿Qué tal chicas?-nos saludo James amablemente.
-Hola a todos-saludo Elizabeth con una gran sonrisa-¿les toco alguna clase con los nuevos?
Todos asintieron y comenzaron a hablar de ellos…vaya monotonía, apenas habían llegado a clase hoy y ya comenzaban a aburrirme. Mire alrededor para concentrarme en otra cosa que no fuesen los nuevos y,…ahí estaban, riendo alegremente los tres, se veían tan felices que me dieron envidia, yo alguna vez había sido así, me reía por todo, tiempo pasado. Me volví a mi bandeja papa comer, pero solo había una manzana.
-Ashton se llevo tu almuerzo mientras estabas en la luna-me dijo Elizabeth sonriendo.
No le devolví la sonrisa, me enfureció que se llevara mi comida y que hubiese dejado una manzana en su lugar…cuando todo el mundo sabe lo mucho que las odio. Me puse de pie furiosa, tanto que mi silla rechino en todo el comedor, las miradas se clavaron sobre mí. Tome la bandeja y la fui a dejar, Salí sin despedirme de nadie furiosa con Ashton y mi mejor amiga, vaya forma de comenzar mi año escolar.
Comenzó a llover, mi casa estaba a quince minutos de la escuela, llegaría completamente mojada. Justo cuando iba a cruzar la calle, un auto negro se interpuso en mi camino, espere a que se marchara, fingiendo no haberlo visto, en vez de continuar, la ventanilla del conductor descendió hasta que volví a encontrarme con aquellos hermosos ojos negros.
-Quieres que te llevemos a casa-me pregunto Jason.
-Eh, claro-respondí nerviosa.
Me senté en el asiento del copiloto, detrás estaban Criss y Ashley, el primero escuchaba música y ella me observaba con escrutinio. La velocidad que llevábamos era excesiva, debido a eso llegamos muy rápido a casa.
-Ya llegamos-me dijo estacionando en frente de casa.
-Gracias-le dije algo avergonzada al verle a los ojos.
-Por nada-me sonrió, sus dientes eran perfectos, volví a bajar la mirada y voltee para entrar a casa.
Ahí me dicen que les pareció el primer capitulo para ver si subo el otro o no.
Kate Johnson- Vampiros
- Cantidad de envíos : 32
Fecha de inscripción : 30/08/2009
Re: Como debe ser
por Alice Cullen 31.08.09 12:55
W-O-W
Me encantó. No solo me encantó, me fascinó. Es bellisimo! *O*
Sigue sigue, porque si no.. no se xD Pero quiero seguir leyendo!
Criss, Ashley y Jason son los típicos vampiros? :E
Quiero saber todo T.T
Bueno, tendré que esperar -.-
Hermoso.
Adiós
Me encantó. No solo me encantó, me fascinó. Es bellisimo! *O*
Sigue sigue, porque si no.. no se xD Pero quiero seguir leyendo!
Criss, Ashley y Jason son los típicos vampiros? :E
Quiero saber todo T.T
Bueno, tendré que esperar -.-
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Alice Cullen- Clan Cullen | Admin
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Re: Como debe ser
por Kate Johnson 02.09.09 11:20
Me alegro mucho que les gustara 
El libro
Saque la llave de mi bolso y entre, no habia nadie como de costumbre, mama trabajaba en la pasteleria hasta las siete, papa salia de la tienda a las seis y media y Jake llegaba a eso de las cinco. Mire mi reloj y mi sorpresa fue que tenia tres horas para hacer cualquier cosa, decidi comenzar por revisar mi correo en el ordenador. Habia por lo menos ocho mensajes de universidades, me aburrio tener que leerlos todos, asi que abri uno al azar. Bueno, no era precisamente de una universidad, sino de una pagina de libros, se promocionaban tres, sin embargo el que llamo mi atención se titulaba “Crepúsculo”, era de una escritora llamada Stephanie Meyer.
Decidi ir a la biblioteca, por si acaso, quien sabe…tal vez aun no llegaba, pero no perdia nada con intentarlo. Lo unico que sabia del libro, era que trataba de vampiros, aunque eso bastaba para acaparar toda mi atención.
La lluvia habia cesado, aun asi me puse sobre mi blusa una camisa de mi hermano y camine rapidamente hacia la biblioteca, la cual quedaba a unos treinta minutos de casa.
Pensaba en lo que me habia sucedido hoy, en la escena del auto detenido en frente de mi y…¿Cómo es que sabian donde vivia si recien habia llegado a Carson?...quiza se los habia mencionado y lo olvide…soy buena olvidando algunas cosas.
Cuando me di cuenta, estaba abriendo la puerta de la biblioteca, dentro hacia un calor abrasador, aun asi no me quite la camiseta. Detrás del mostrador se encontraba Margareth, una anciana de unos ochenta años, bajita y rechoncha, de mejillas muy coloradas, en cuanto entre, me sonrio como solia hacerlo siempre y me hizo señas para que me acercara. Saco una caja de un tamaño considerable como para que cupiese un libro.
-Tengo algo para ti, mi niña-me dijo con su dulce voz de ancianita. Abrio la caja- espero que te guste.
No lo podia creer, simplemente no habia manera de que no me gustara, se trataba del mismo libro que se estaba promocionando en Internet, Crepúsculo, mi corazon estallo de alegria, le agradeci a Margareth y volvi a casa de inmediato. Llegue a eso de las tres, prepare la cena y me dispuse a leer.
Para cuando llego mi hermano, iba en eso de la pagina ciento cincuenta. La protagonista del libro se llamaba Isabella o Bella, en fin, ella se habia ido a vivir a un pueblo llamado Forks, donde se habia encontrado con Edward Cullen,, un vampiro, todo lo que hasta ese momento habia leido me habia encantado…el personaje masculino me hizo pensar en cuanto a la existencia de los vampiros…aunque luego me parecio una estupidez.
Junto con Jake esperamos a que llegaran nuestros padres antes de cenar. No hablabamos mucho, salvo de vez en cuando…quiza solo cuando le preguntaba que tal le habia ido y viceversa, a veces no pareciamos hermanos, sino mas bien perfectos desconocidos.
-¿Supiste de la llegada de los Jolliet?-me pregunto haciendome creer que estaba distraido.
-¿Es que acaso tu tambien?-le pregunte un poco fastidiada.
-¿De que hablas’-me pregunto esta vez prestandome atención.
-Es que a media escuela se le ha ocurrido hablar de ellos, solo son nuevos, nada mas que eso-le conteste un poco enojada.
-¡Ah!, lo siento-se disculpo. Se puso de pie y miro por la ventana-llegaron.
La lluvia habia sorprendido a mama y papa de camino a casa, el siempre la esperaba para que llegaran juntos, me gustaba eso. Ambos me preguntaron por mi primer dia de ultimo año, les dije que habia estado todo normal, que habian llegado unos nuevos y que nadie paraba de hablar de ello.
Cenamos tranquilamente. No podia dejar de pensar en el libro, me hubiese encantado que mi vida fuese como la de Bella Swan, yo solo era una chica extremadamente normal, o incluso menos que eso. Cuando llego la hora de irme a la cama solo queria llorar, sentia que mi vida era muy miserable. Fui al baño a lavarme los dientes, no pude evitar mirarme en el espejo, mi cabello castaño un poco enmarañado, mis ojos café, tan comunes, mi nariz puntiaguda y mis gruesos labios, era tan comun…rompi a llorar silenciosamente, para que nadie se diera cuenta, senti un nudo en la garganta y una gran presion en el pecho, no podia parar de llorar, me sentia fatal.
Al despertar por la mañana, me parecio que era un poco tarde, no sentia a Lorene en el piso de abajo, intente moverme, pero todo el cuerpo me dolia, mi cara ardia y sentia horribles escalofríos en todo el cuerpo. Estaba enferma. Revise la hora y me di cuenta de que eran las diez. Tome el libro que estaba sobre mi velador y comence a leer en la pagina ciento cincuenta y uno, cuando Edgard habia entrado a la habitación de Bella. Me basta decir que a las dos de la tarde, ya habia terminado de leerlo, me habia demorado mas de la cuenta porque me mareaba…malditos mareos.
El telefono sono en el piso de abajo, baje las escaleras con mucha dificultad, pues estaba mareada.
Conteste.
-¿Diga?
-Kate… ¿eres tu?-era Elizabeth.
-Si…
-¿Qué paso? ¿Por qué no viniste hoy a clase? ¿Te sientes bien?- se oia muy preocupada.
-Me siento fatal, tengo fiebre y me duele todo.
-Lo siento tanto-me dijo-pasaron varias cosas en la escuela, los Jolliet tampoco fueron a clase y Smith se enfermo…ese hombre nunca se habia enfermado, es algo sin precedentes.
-Mmm…-en realidad no sabia que decir.
-Bueno, espero que te recuperes pronto, cuidate.
-Adios.
-Nos vemos.
Genial, hasta en mi convalecencia me tenian que recordar a los Jolliet, me daba igual si iban o no a clase, el hecho de que fueran muy hermosos no hacia que mi mente estuviera preocupada por ellos, yo tenia mi propia vida, aunque aburrida, pero era mia.
Cuando Jake llego, me sentia un poco mejor, asi que baje a recibirlo, se veia algo preocupado, al verme, sonrio y me abrazo, el jamas hacia ese tipo de cosas, pero correspondi a su abrazo, después de todo, era mi hermano.
-Me alegra verte mejor-me dijo con un hilo de voz.
-Si, aun estoy un poco mareada, pero no es la gran cosa-le conteste.
-Mama telefoneo para decirme que no irias hoy a clase, me dijo que queria llevarte a mi trabajo, pero le dije que no dejarias que te revisara y que, ademas, eso te sentaria fatal.
Casi esbocé una sonrisa, pero al final no salio nada de mis labios. No podia creerlo, después de tanto tiempo al fin queria reirme y simplemente no lo habia hecho, en realidad ni yo misma me entendia , definitivamente algo no iba bien conmigo.
Jake me pidio que volviera a la cama y que el preapararia la cena. Papa y mama llegaron a eso de las siete, ambos subieron para ver que tal estaba y, por supuesto, se alegraron al verme mejor.
Lorene bajo a ayudar a Jake con la cocción de la carne, estaba completamente segura de que se estaba quemando. Papa se sento a mi lado.
-¿sabes?-me dijo sonriente-Michael estaba muy preocupado por ti…
-¡Papa!- le reproche. El siempre habia querido que yo saliera con ese chico-no me fastidies.
Se limito a sonreir. Me comento que Lorene iba a trabajar con una mujer nueva en la ciudad, que habia llegado como supervisora a la pasteleria, no le comente nada, pero tenia la leve impresión de que se trataba de la madre de los Jolliet.
-¿y este libro?-me pregunto un poco confundido.
-¡Ah!-exclame al ver que señalaba el libro que habia estado leyendo-me lo dio la señora Cross…se trata de…
-Vampiros-me interrumpio, quede sorprendida de que lo supiera-supe que se estreno hace poco, que buena es esa anciana.
-¿Lo leiste?-le pregunte sin saber por que lo hacia, ya que era probable que ni siquiera supiera quien lo habia escrito.
-No-aunque me esperaba la respuesta, me senti decepcionada-las chicas que pasan por la tienda dicen que es muy bueno.
Me beso en la frente y se marcho. Vaya, no era la unica a la que le fascinaban las historias de vampiros, eso me desanimo un poco. Intente dormir en vez de preocuparme porque otras chicas hubiesen leido el libro antes que yo, los mareos amenazaban con volver en cualquier momento.
El libro
Saque la llave de mi bolso y entre, no habia nadie como de costumbre, mama trabajaba en la pasteleria hasta las siete, papa salia de la tienda a las seis y media y Jake llegaba a eso de las cinco. Mire mi reloj y mi sorpresa fue que tenia tres horas para hacer cualquier cosa, decidi comenzar por revisar mi correo en el ordenador. Habia por lo menos ocho mensajes de universidades, me aburrio tener que leerlos todos, asi que abri uno al azar. Bueno, no era precisamente de una universidad, sino de una pagina de libros, se promocionaban tres, sin embargo el que llamo mi atención se titulaba “Crepúsculo”, era de una escritora llamada Stephanie Meyer.
Decidi ir a la biblioteca, por si acaso, quien sabe…tal vez aun no llegaba, pero no perdia nada con intentarlo. Lo unico que sabia del libro, era que trataba de vampiros, aunque eso bastaba para acaparar toda mi atención.
La lluvia habia cesado, aun asi me puse sobre mi blusa una camisa de mi hermano y camine rapidamente hacia la biblioteca, la cual quedaba a unos treinta minutos de casa.
Pensaba en lo que me habia sucedido hoy, en la escena del auto detenido en frente de mi y…¿Cómo es que sabian donde vivia si recien habia llegado a Carson?...quiza se los habia mencionado y lo olvide…soy buena olvidando algunas cosas.
Cuando me di cuenta, estaba abriendo la puerta de la biblioteca, dentro hacia un calor abrasador, aun asi no me quite la camiseta. Detrás del mostrador se encontraba Margareth, una anciana de unos ochenta años, bajita y rechoncha, de mejillas muy coloradas, en cuanto entre, me sonrio como solia hacerlo siempre y me hizo señas para que me acercara. Saco una caja de un tamaño considerable como para que cupiese un libro.
-Tengo algo para ti, mi niña-me dijo con su dulce voz de ancianita. Abrio la caja- espero que te guste.
No lo podia creer, simplemente no habia manera de que no me gustara, se trataba del mismo libro que se estaba promocionando en Internet, Crepúsculo, mi corazon estallo de alegria, le agradeci a Margareth y volvi a casa de inmediato. Llegue a eso de las tres, prepare la cena y me dispuse a leer.
Para cuando llego mi hermano, iba en eso de la pagina ciento cincuenta. La protagonista del libro se llamaba Isabella o Bella, en fin, ella se habia ido a vivir a un pueblo llamado Forks, donde se habia encontrado con Edward Cullen,, un vampiro, todo lo que hasta ese momento habia leido me habia encantado…el personaje masculino me hizo pensar en cuanto a la existencia de los vampiros…aunque luego me parecio una estupidez.
Junto con Jake esperamos a que llegaran nuestros padres antes de cenar. No hablabamos mucho, salvo de vez en cuando…quiza solo cuando le preguntaba que tal le habia ido y viceversa, a veces no pareciamos hermanos, sino mas bien perfectos desconocidos.
-¿Supiste de la llegada de los Jolliet?-me pregunto haciendome creer que estaba distraido.
-¿Es que acaso tu tambien?-le pregunte un poco fastidiada.
-¿De que hablas’-me pregunto esta vez prestandome atención.
-Es que a media escuela se le ha ocurrido hablar de ellos, solo son nuevos, nada mas que eso-le conteste un poco enojada.
-¡Ah!, lo siento-se disculpo. Se puso de pie y miro por la ventana-llegaron.
La lluvia habia sorprendido a mama y papa de camino a casa, el siempre la esperaba para que llegaran juntos, me gustaba eso. Ambos me preguntaron por mi primer dia de ultimo año, les dije que habia estado todo normal, que habian llegado unos nuevos y que nadie paraba de hablar de ello.
Cenamos tranquilamente. No podia dejar de pensar en el libro, me hubiese encantado que mi vida fuese como la de Bella Swan, yo solo era una chica extremadamente normal, o incluso menos que eso. Cuando llego la hora de irme a la cama solo queria llorar, sentia que mi vida era muy miserable. Fui al baño a lavarme los dientes, no pude evitar mirarme en el espejo, mi cabello castaño un poco enmarañado, mis ojos café, tan comunes, mi nariz puntiaguda y mis gruesos labios, era tan comun…rompi a llorar silenciosamente, para que nadie se diera cuenta, senti un nudo en la garganta y una gran presion en el pecho, no podia parar de llorar, me sentia fatal.
Al despertar por la mañana, me parecio que era un poco tarde, no sentia a Lorene en el piso de abajo, intente moverme, pero todo el cuerpo me dolia, mi cara ardia y sentia horribles escalofríos en todo el cuerpo. Estaba enferma. Revise la hora y me di cuenta de que eran las diez. Tome el libro que estaba sobre mi velador y comence a leer en la pagina ciento cincuenta y uno, cuando Edgard habia entrado a la habitación de Bella. Me basta decir que a las dos de la tarde, ya habia terminado de leerlo, me habia demorado mas de la cuenta porque me mareaba…malditos mareos.
El telefono sono en el piso de abajo, baje las escaleras con mucha dificultad, pues estaba mareada.
Conteste.
-¿Diga?
-Kate… ¿eres tu?-era Elizabeth.
-Si…
-¿Qué paso? ¿Por qué no viniste hoy a clase? ¿Te sientes bien?- se oia muy preocupada.
-Me siento fatal, tengo fiebre y me duele todo.
-Lo siento tanto-me dijo-pasaron varias cosas en la escuela, los Jolliet tampoco fueron a clase y Smith se enfermo…ese hombre nunca se habia enfermado, es algo sin precedentes.
-Mmm…-en realidad no sabia que decir.
-Bueno, espero que te recuperes pronto, cuidate.
-Adios.
-Nos vemos.
Genial, hasta en mi convalecencia me tenian que recordar a los Jolliet, me daba igual si iban o no a clase, el hecho de que fueran muy hermosos no hacia que mi mente estuviera preocupada por ellos, yo tenia mi propia vida, aunque aburrida, pero era mia.
Cuando Jake llego, me sentia un poco mejor, asi que baje a recibirlo, se veia algo preocupado, al verme, sonrio y me abrazo, el jamas hacia ese tipo de cosas, pero correspondi a su abrazo, después de todo, era mi hermano.
-Me alegra verte mejor-me dijo con un hilo de voz.
-Si, aun estoy un poco mareada, pero no es la gran cosa-le conteste.
-Mama telefoneo para decirme que no irias hoy a clase, me dijo que queria llevarte a mi trabajo, pero le dije que no dejarias que te revisara y que, ademas, eso te sentaria fatal.
Casi esbocé una sonrisa, pero al final no salio nada de mis labios. No podia creerlo, después de tanto tiempo al fin queria reirme y simplemente no lo habia hecho, en realidad ni yo misma me entendia , definitivamente algo no iba bien conmigo.
Jake me pidio que volviera a la cama y que el preapararia la cena. Papa y mama llegaron a eso de las siete, ambos subieron para ver que tal estaba y, por supuesto, se alegraron al verme mejor.
Lorene bajo a ayudar a Jake con la cocción de la carne, estaba completamente segura de que se estaba quemando. Papa se sento a mi lado.
-¿sabes?-me dijo sonriente-Michael estaba muy preocupado por ti…
-¡Papa!- le reproche. El siempre habia querido que yo saliera con ese chico-no me fastidies.
Se limito a sonreir. Me comento que Lorene iba a trabajar con una mujer nueva en la ciudad, que habia llegado como supervisora a la pasteleria, no le comente nada, pero tenia la leve impresión de que se trataba de la madre de los Jolliet.
-¿y este libro?-me pregunto un poco confundido.
-¡Ah!-exclame al ver que señalaba el libro que habia estado leyendo-me lo dio la señora Cross…se trata de…
-Vampiros-me interrumpio, quede sorprendida de que lo supiera-supe que se estreno hace poco, que buena es esa anciana.
-¿Lo leiste?-le pregunte sin saber por que lo hacia, ya que era probable que ni siquiera supiera quien lo habia escrito.
-No-aunque me esperaba la respuesta, me senti decepcionada-las chicas que pasan por la tienda dicen que es muy bueno.
Me beso en la frente y se marcho. Vaya, no era la unica a la que le fascinaban las historias de vampiros, eso me desanimo un poco. Intente dormir en vez de preocuparme porque otras chicas hubiesen leido el libro antes que yo, los mareos amenazaban con volver en cualquier momento.
Kate Johnson- Vampiros
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Re: Como debe ser
por Alice Cullen 02.09.09 13:42
Aw hermoso
Enserio me gusta muchísimo.
Amo este Fic
Ahora se da cuenta que tiene amigos vampiros? xD
jaja bueno
beso (:
sigue con el fic!
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Alice Cullen- Clan Cullen | Admin
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Localización : Forks -
Re: Como debe ser
por Kate Johnson 04.09.09 11:13
Michael.
Llovia a cantaros e iba de camino a la escuela, sin embargo, no estaba alli, por alguna extraña razon, en su lugar se encontraba el bosque en el que jugaba desde niña, decidi explorarlo como solia hacerlo cuando vi algo que llamo mi atención, se trataba de Elizabeth, estaba jugando con una especie de perro gigante o algo asi, que yo supiera a ella no le gustaban mucho, pero parecia disfrutar de aquel juego con ese animal, tambien vi a Michael, que estaba vagando a lo lejos, sin rumbo fijo, quise acecarme a mi amiga, pero alguien me jalo del brazo, no pude ver quien era, pues se veia como una sombra, me estaba alejando de ella, pero no queria, aquella cosa me sostenia y me llevaba lejos, donde jamas volveria a verla.
-¡No!... ¡No!... ¡Sueltame!- le grite hasta no poder mas.
Me desperte muy angustiada, me dolian la garganta y el pecho, las lagrimas bañaban mi rostro y la almohada. La luz de mi habitación se encendio de pronto y toda mi familia estaba dentro, a juzgar por sus expresiones, mis gritos debieron de haber sido aterradores, me preguntaron que me pasaba y si alguien habia entrado a mi habitación. ¡Ja! Como si alguien quisiera.
Les explique que habia tenido una pesadilla, eso era todo. Les pedi que se marcharan y volvieran a dormir, que yo estaria bien, aunque en el fondo seguia asustada, me sentia peor que el dia anterior. Intente volver a conciliar el sueño, pero me fue imposible, todavía rondaba en mi mente la imagen de ese sujeto alejandome de mi amiga… ¿Qué significaria ese “sueño”?
Ese dia tampoco fui a clase, la mañana se me hizo eterna sin tener nada que hacer, Lorene me habia dejado el desayuno sobre el velador. Como a eso de las dos tocaron la puerta, pense que quiza seria alguno de mis padres se habria venido antes, mas me equivoque.
-¿Michael?-no lo podia creer… ¿Qué hacia el aquí?
-¿Te sorprende verme?-me pregunto sonriente. Asenti.-no te ves muy saludable.
-Es que no me he sentido bien-¡imbecil!
-¿puedo pasar? Te traje los deberes de historia y biología…
-¿eh?...claro, pasa.
-Gracias.
Le invite a pasar al living para que se sentara, no quise ofrecerle nada de comer ni de beber porque de seguro habia almorzado en la cafeteria de la escuela. Encendi la televisión por hacer algo, el me observaba sonriente.
-¿Cómo te has sentido?
-Ya te dije que no muy bien- le conteste un poco agresiva.
-Me refiero a… ¿Qué síntomas tienes?
-¡Ah!… bueno… tengo fiebre, dolor en la garganta y mareos, solo eso-ironice.
-Vaya-suspiro-me tenias muy preocupado, ¿sabes?...es que tu…tu me…-¿Qué demonios le pasaba a este?
-supongo que te agrado pese a que te trato pesimo-le dije sin mirarlo.
-bueno, algo asi…tu me…-esto se estaba poniendo raro.
-¿no me traias los deberes?-le pregunte de mala gana.
-¿eh?...si…-estaba algo confundido-pero yo…
¿Pero que demonios le pasaba a este?... ¿por que actuaba tan raro?, definitivamente era un imbecil por donde se lo mirara, pense que debia alentarlo a hablar, asi se iria mas rapido y podria estar mas tranquila y comenzar con los deberes.
-Bien, te escucho-le dije-pero que sea rapido.
-bueno, el asunto es que…tu…tu me gustas.
-¡QUEEEEEEE!
No, simplemente no podia ser posible… ¿ese imbecil estaba enamorado de mi?, mire la televisión por unos segundos, no habia nada que pudiese distraerme, jamas me habia pasado algo asi, mi corazon latia a mil y no era porque a mi me gustara tambien, sino ante lo incomoda que era esa situación. El me observaba atentamente, esperando alguna respuesta de mi parte, estaba segura, pero en ese momento me encontraba atonita, petrificada o lo que fuese. El tiempo para responder se me agotaba, sin embargo estaba decidida a decirle que no me interesaba y que lo detestaba y que era imposible que alguna vez me fijara en el, en eso sono su telefono.
Era su padre.
-Bien, voy para alla, adios-agrego un poco frustrado.
Por fin una ayuda extra… ¡GRACIAS!, se puso de pie y me observo detenidamente, luego esbozo una sonrisa, la cual no llego a sus ojos, me limite a esquivar su mirada y a apagar la televisión.
-Como veras-agrego-debo irme, mi padre necesita ayuda en la tienda.
-¿Y mi padre?-le pregunte al instante.
-¡Ah!, bueno, le ayudare a el, ya que uno de los empleados tuvo que retirarse antes, asi que…aquí estan los deberes y apuntes…ten-los deposito en mis manos.
-Gracias.
Lo conduje hasta la salida. Antes de marcharse volteo para despedirse, sin duda estaba haciendo tiempo, pobre, sus esfuerzos iban a ser en vano, estaba dispuesta a cerrarle la puerta antes de que saliera del todo, para que se cayese. Le abri la puerta y me miro con esos ojos de perro que te dan pena, cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, sus labios estaban muy cerca de los mios, podia sentir su respiración agitada, di un paso atrás y le pedi que se marchara o tendria problemas con su padre, ya que el señor Hudson era muy conocido por aquí por su mal temperamento.
Me tire en el sofa luego de que se hubo ido, aliviada, no entendia como podia haberse fijado en mi cuando yo siempre lo habia tratado con desprecio. Mire la hora y eran las tres, aun tenia tiempo para hacer algo, asi que decidi preparar la cena y luego me dedicaria a traspasar los apuntes de Michael a mis cuadernos y después haria los deberes.
Para cuando llegaron mis padres, todo estaba listo y me encontraba haciendo los deberes de biología. Lo bueno solo duro hasta que a Jhon se le ocurrio la brillante idea de hablar sobre Michael.
-Michael nos estuvo ayudando en la tienda esta tarde, ¿saben?-lo dijo mirandome solo a mi, me limite a ignorarlo y a seguir comiendo.
-Si, el siempre ha sido muy agradable contigo, hija-¡AY, NO! Por algun extraño motivo a toda mi familia parecia agradarle Michael y yo ni lo soportaba- siempre me ha gustado ese muchacho, tan amable, tan caballero, tan apuesto, tan atento y…
-¡Ya para!-explote, pero es que ya me tenian harta-¿Qué demonios les pasa?... ¿Acaso pretenden que salga con ese imbecil?... ¿Por qué no salen ustedes mejor con el si tanto les gusta como es?
-¡Eh, tranquila!-exclamo Jake tomandome del brazo, no me habia percatado de que me habia puesto de pie-yo creo que es mejor que subas a tu habitación.
-¡Genial! Asi no les tengo que ver la cara de idiotas hablando de Michael.
Estaba tan furiosa que ni siquiera las caras de asombro que habian puesto hicieron que todo mi enojo despareciera, es que nunca me habua enfurecido tanto ni les habia gritado como en ese momento. Subi las escaleras rapidamente hasta llegar a mi habitación, me deje caer sobre mi cama y estuve ahí por un buen rato. Cuando la oscuridad reino alli, encendi la luz, eran las nueve, recorde los deberes que aun me faltaba por hacer y me dispuse a terminarlos. Cuando me acoste, la rabia aun permanecia alli, torturandome y odiando a Michael un poco mas a cada segundo que pasaba.
Llovia a cantaros e iba de camino a la escuela, sin embargo, no estaba alli, por alguna extraña razon, en su lugar se encontraba el bosque en el que jugaba desde niña, decidi explorarlo como solia hacerlo cuando vi algo que llamo mi atención, se trataba de Elizabeth, estaba jugando con una especie de perro gigante o algo asi, que yo supiera a ella no le gustaban mucho, pero parecia disfrutar de aquel juego con ese animal, tambien vi a Michael, que estaba vagando a lo lejos, sin rumbo fijo, quise acecarme a mi amiga, pero alguien me jalo del brazo, no pude ver quien era, pues se veia como una sombra, me estaba alejando de ella, pero no queria, aquella cosa me sostenia y me llevaba lejos, donde jamas volveria a verla.
-¡No!... ¡No!... ¡Sueltame!- le grite hasta no poder mas.
Me desperte muy angustiada, me dolian la garganta y el pecho, las lagrimas bañaban mi rostro y la almohada. La luz de mi habitación se encendio de pronto y toda mi familia estaba dentro, a juzgar por sus expresiones, mis gritos debieron de haber sido aterradores, me preguntaron que me pasaba y si alguien habia entrado a mi habitación. ¡Ja! Como si alguien quisiera.
Les explique que habia tenido una pesadilla, eso era todo. Les pedi que se marcharan y volvieran a dormir, que yo estaria bien, aunque en el fondo seguia asustada, me sentia peor que el dia anterior. Intente volver a conciliar el sueño, pero me fue imposible, todavía rondaba en mi mente la imagen de ese sujeto alejandome de mi amiga… ¿Qué significaria ese “sueño”?
Ese dia tampoco fui a clase, la mañana se me hizo eterna sin tener nada que hacer, Lorene me habia dejado el desayuno sobre el velador. Como a eso de las dos tocaron la puerta, pense que quiza seria alguno de mis padres se habria venido antes, mas me equivoque.
-¿Michael?-no lo podia creer… ¿Qué hacia el aquí?
-¿Te sorprende verme?-me pregunto sonriente. Asenti.-no te ves muy saludable.
-Es que no me he sentido bien-¡imbecil!
-¿puedo pasar? Te traje los deberes de historia y biología…
-¿eh?...claro, pasa.
-Gracias.
Le invite a pasar al living para que se sentara, no quise ofrecerle nada de comer ni de beber porque de seguro habia almorzado en la cafeteria de la escuela. Encendi la televisión por hacer algo, el me observaba sonriente.
-¿Cómo te has sentido?
-Ya te dije que no muy bien- le conteste un poco agresiva.
-Me refiero a… ¿Qué síntomas tienes?
-¡Ah!… bueno… tengo fiebre, dolor en la garganta y mareos, solo eso-ironice.
-Vaya-suspiro-me tenias muy preocupado, ¿sabes?...es que tu…tu me…-¿Qué demonios le pasaba a este?
-supongo que te agrado pese a que te trato pesimo-le dije sin mirarlo.
-bueno, algo asi…tu me…-esto se estaba poniendo raro.
-¿no me traias los deberes?-le pregunte de mala gana.
-¿eh?...si…-estaba algo confundido-pero yo…
¿Pero que demonios le pasaba a este?... ¿por que actuaba tan raro?, definitivamente era un imbecil por donde se lo mirara, pense que debia alentarlo a hablar, asi se iria mas rapido y podria estar mas tranquila y comenzar con los deberes.
-Bien, te escucho-le dije-pero que sea rapido.
-bueno, el asunto es que…tu…tu me gustas.
-¡QUEEEEEEE!
No, simplemente no podia ser posible… ¿ese imbecil estaba enamorado de mi?, mire la televisión por unos segundos, no habia nada que pudiese distraerme, jamas me habia pasado algo asi, mi corazon latia a mil y no era porque a mi me gustara tambien, sino ante lo incomoda que era esa situación. El me observaba atentamente, esperando alguna respuesta de mi parte, estaba segura, pero en ese momento me encontraba atonita, petrificada o lo que fuese. El tiempo para responder se me agotaba, sin embargo estaba decidida a decirle que no me interesaba y que lo detestaba y que era imposible que alguna vez me fijara en el, en eso sono su telefono.
Era su padre.
-Bien, voy para alla, adios-agrego un poco frustrado.
Por fin una ayuda extra… ¡GRACIAS!, se puso de pie y me observo detenidamente, luego esbozo una sonrisa, la cual no llego a sus ojos, me limite a esquivar su mirada y a apagar la televisión.
-Como veras-agrego-debo irme, mi padre necesita ayuda en la tienda.
-¿Y mi padre?-le pregunte al instante.
-¡Ah!, bueno, le ayudare a el, ya que uno de los empleados tuvo que retirarse antes, asi que…aquí estan los deberes y apuntes…ten-los deposito en mis manos.
-Gracias.
Lo conduje hasta la salida. Antes de marcharse volteo para despedirse, sin duda estaba haciendo tiempo, pobre, sus esfuerzos iban a ser en vano, estaba dispuesta a cerrarle la puerta antes de que saliera del todo, para que se cayese. Le abri la puerta y me miro con esos ojos de perro que te dan pena, cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, sus labios estaban muy cerca de los mios, podia sentir su respiración agitada, di un paso atrás y le pedi que se marchara o tendria problemas con su padre, ya que el señor Hudson era muy conocido por aquí por su mal temperamento.
Me tire en el sofa luego de que se hubo ido, aliviada, no entendia como podia haberse fijado en mi cuando yo siempre lo habia tratado con desprecio. Mire la hora y eran las tres, aun tenia tiempo para hacer algo, asi que decidi preparar la cena y luego me dedicaria a traspasar los apuntes de Michael a mis cuadernos y después haria los deberes.
Para cuando llegaron mis padres, todo estaba listo y me encontraba haciendo los deberes de biología. Lo bueno solo duro hasta que a Jhon se le ocurrio la brillante idea de hablar sobre Michael.
-Michael nos estuvo ayudando en la tienda esta tarde, ¿saben?-lo dijo mirandome solo a mi, me limite a ignorarlo y a seguir comiendo.
-Si, el siempre ha sido muy agradable contigo, hija-¡AY, NO! Por algun extraño motivo a toda mi familia parecia agradarle Michael y yo ni lo soportaba- siempre me ha gustado ese muchacho, tan amable, tan caballero, tan apuesto, tan atento y…
-¡Ya para!-explote, pero es que ya me tenian harta-¿Qué demonios les pasa?... ¿Acaso pretenden que salga con ese imbecil?... ¿Por qué no salen ustedes mejor con el si tanto les gusta como es?
-¡Eh, tranquila!-exclamo Jake tomandome del brazo, no me habia percatado de que me habia puesto de pie-yo creo que es mejor que subas a tu habitación.
-¡Genial! Asi no les tengo que ver la cara de idiotas hablando de Michael.
Estaba tan furiosa que ni siquiera las caras de asombro que habian puesto hicieron que todo mi enojo despareciera, es que nunca me habua enfurecido tanto ni les habia gritado como en ese momento. Subi las escaleras rapidamente hasta llegar a mi habitación, me deje caer sobre mi cama y estuve ahí por un buen rato. Cuando la oscuridad reino alli, encendi la luz, eran las nueve, recorde los deberes que aun me faltaba por hacer y me dispuse a terminarlos. Cuando me acoste, la rabia aun permanecia alli, torturandome y odiando a Michael un poco mas a cada segundo que pasaba.
Kate Johnson- Vampiros
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Fecha de inscripción : 30/08/2009
Re: Como debe ser
por Rosalie Cullen 11.09.09 10:58
Me encanta!!!
Es precioso...
MAS VALE QUE SIGAS
JAJA
beso :love
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Rosalie Cullen- Clan Cullen | Admin
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Edad : 28
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Re: Como debe ser
por Kate Johnson 11.09.09 11:39
Gracias Ross
¿Amigos?
Desperté cuando aun no amanecía, me sentía mucho mejor, lastima, me estaba comenzando a gustar esto de no tener que ir a clases. De pronto recordé que había discutido con mis padres el día anterior, bueno, mas bien había sido yo la que lo había hecho. Me levante a eso de las siete treinta, la lluvia se había apoderado de toda la ciudad de Carson, se me había ocurrido que podría ir al lago que estaba cerca para distraerme un poco, mas luego deseche la idea.
Baje a desayunar, Lorene no me estaba esperando con su gran sonrisa como solía hacerlo, aquello me alegro, ya que no tendría que verle a cara ni oír lo que tenia para decirme.
Desayune lentamente, cuando me percate de la hora me lleve un gran susto, eran las ocho con veinte minutos, no llegaría temprano, eso era un hecho. Tome mi bolso y Salí de la casa apresuradamente. Corrí hasta que mis piernas no daban más, estaba hiperventilando para cuando hube llegado a clase, era tarde.
Me dirigí a la sala de japonés, nuevamente Elizabeth había preferido la otra opción, francés. Toque la puerta, la profesora, la señorita Fuji no me miro con muy buena cara.
-Konichi wa-dije un poco nerviosa, sin embargo ella sonrió.
-No se pleocupe, señolita Johnson, aun estamos en la intloduccion, pol favol pase.
¡UF! Eso se llamaba suerte, mire el salón en busca de un lugar vacío en el cual poder sentarme, cuando lo hube hecho, caí en la cuenta de que Jason Jolliet estaba sentado en el lugar de adelante, solo, igual que yo. En ese momento recordé que nadie me los había mencionado el día anterior y que Elizabeth ni siquiera me había llamado.
-¿Puedo sentarme a tu lado?-¿Qué?...era Jolliet, me observaba con su gran sonrisa.
-Si quieres…-conteste algo confundida.
-Claro… ¿Por qué no habías venido?
-¿eh?...-vaya no creí que se preocupara por mi-…estaba enferma.
-¿De que?-me pregunto curioso
-Fiebre y algunos otros síntomas…
-¿y que temperatura tenias?-que pregunta mas rara.
-no lo se, creo que treinta y nueve y medio o lago así.
-Vaya, no creo soportar algo así, moriría…
-¿Qué?
Frunció el ceño.
-No, nada, olvídalo.
Sonrió.
Del otro lado de la sala, el imbecil de Michael nos observaba con el ceño fruncido, aquel estupido. Jason no volvió a pronunciar palabra alguna durante la clase, yo por mi parte hice lo mismo, no me gustaba hablar mucho, adoraba el silencio, podía pasar horas sin pronunciar palabra alguna.
-¿Te parece si vamos juntos a ingles?- me pregunto al finalizar la clase.
-Si quieres…-le conteste esquivando su mirada.
¿Por qué esquivas mi mirada?- me pregunto con el ceño fruncido
-¡Jason!- exclamo la voz de una chica a unos cuantos metros de nosotros, era Ashley, quien se notaba algo irritada-¿Qué crees que haces?... ¡Ven acá!
-Lo siento-se disculpo-te veo luego.
Y se marcho para juntarse con su hermana, quien comenzó a regañarlo en voz muy baja, casi inaudible para mi, solo pude distinguir algunas palabras sueltas como “¿Qué sucede?”, “ aléjate”, “terminara mal”. No sabía si es que eso tenía relación alguna conmigo o con otra persona, en eso vi aparecer a Criss, el pobre se veía fatal, tenia ramilladuras en su cara, cuello y manos, de seguro había dormido con su gato, jaja.
-¿Crees que le hayan golpeado?-me pregunto Elizabeth sorpresivamente. La observe seria-lamento no haber telefoneado a tu casa ayer, es que estuve muy atareada con los deberes…lo siento.
-Descuida-le conteste
…¡los deberes! Había olvidado por completo que debía devolverle sus notas a Michael. Bueno, se los entregaría cuando el se acordara, sino, creería que busco pretextos para acercarme a el luego de lo sucedido el día anterior.
Durante la siguiente hora, Elizabeth me comento que Criss estaba actuando un poco extraño, se veía mas irritado y ya no le sonreía… ¡JA! Ni siquiera había pasado una semana desde que habían comenzado las clases y ella me decía que el ya no era como antes, yo creo que el solo se estaba mostrando tal cual era, eso solía suceder siempre, creemos conocer a una persona y resulta que en realidad apenas sabemos su nombre o donde vive.
Antes de que comenzara la clase de historia, Michael se acerco al lugar en que nos encontrábamos Elizabeth y yo, le devolví los apuntes antes de que me dijese algo y entre rápidamente al salón. Mi amiga parecio darse cuenta de que algo sucedia, no quise decirle nada en ese momento, asi que le menti diciendole que hablaríamos al almuerzo. Nos sentamos junto a los demas, Ashton, James, Michael, Maddie y, ahora Jennifer, una chica muy agradable, a ella tambien le agradaban las historias de vampiros.
Elizabeth busco un lugar apartado en la mesa para que pudiesemos hablar acerca de lo que estaba pasando.
-Bien, te escucho-me dijo, sus ojos denotaban curiosidad.
-¿Qué quieres oir?-le pregunte como quien no quiere la cosa.
-Ya sabes, lo de Michael-me contesto en un susurro.
-¡Bah! No creo que sea al momento-continue revolviendo mi comida-no es importante, mejor dejalo, ¿si?
-¿Qué lo deje?-me miro con el ceño fruncido-¿es que no confias en mi?
-No es eso, solo que no me apetece hablar de eso, en realidad no se por que te lo dije, no quiero hablar, ¿de acuerdo?
-No quieres hablar-susurro-simplemente no te da la gana, las amigas confian la una en la otra, ¿sabes?...crei que eras mi amiga…¡Realmente te crei mi amiga!
Toda la cafeteria nos observaba, Elizabeth se puso de pie y se marcho casi llorando, la verdad es que creo que exagero un poco las cosas, ella tenia cierta facilidad para contarme todo lo que le pasaba, lo siento, pero yo no era asi, preferia ser reservada con esas cosas.
Al dia siguiente no aparecio en clase, ni quise llamarla, ella era muy sensible, en casa ni mama ni Jake me dirigían la palabra, papa parecía haber olvidado aquella escena del miércoles y buscaba cualquier pretexto para hablarme.
Pasaron dos semanas sin que nadie, salvo Michael y Jennifer me dirigieran la palabra, de Elizabeth lo entendia, pero ¿Qué diablos le pasaba a toda la clase que se crein con el derecho de juzgarme y no hablarme?, este asunto no les incluia a ellos. Sobra decir que los Jolliet tampoco me dirigian la palabra, bueno, después de que ese dia Ashley hablara con Jason, era obvio y predecible que no me hablaran.
-¿Me diras por que discutieron?-me pregunto el idiota de Michael en clase de calculo el miércoles-tengo mucha curiosidad.
-Pues…no es algo que deba interesarte, ¿sabes?, es un asunto entre ella y yo, asi que no metas tus narices en esto-le conteste de mala gana.
Parecia que después de lo sucedido aquel dia que intento besarme, se sentia con un cierto derecho de entrometerse en mis asuntos, mire a traves de la ventana, estaba nublado, eso me gustaba, observe a traves del reflejo de esta y Jason me observaba… ¿o era mi imaginación?
Faltaban solo tres dias para el cumpleaños de Elizabeth y aun estabamos peleadas, en realidad yo siempre habia sido orgullosa, pero esta vez estaba dispuesta a pedirle perdon y a contarle lo que habia pasado con Michael, sin embargo, esperaria hasta su cumpleaños para contarle todo.
Habia decidido comprarle unos aretes que habiamos visto un dia de regreso de la escuela, ella me habia dicho que le encantaban, pero que no podia comprarselos, asi que quiza con ese obsequio seria mas facil que me perdonara por no decirle nada. Lunes, martes y miércoles practique mi sonrisa por mas de una hora para que pareciera natural, ella estaria contentisima de ser la primera persona a la cual sonreia desde hace mucho tiempo, aunque al final siempre terminaba siendo una mueca en vez de una sonrisa.
Por fin era jueves, hoy me reconciliaria con Elizabeth y volveríamos a ser tan amigas como antes, ya me estaba acostumbrando a que nadie me dirigiera la palabra en clases, pero sin duda el que mi amiga volviera a hablarme me haria muy feliz.
En canto baje las escaleras, Lorene salio, los ultimos diecisiete dias hacia lo mismo, se iba muy temprano y volvia a eso de las nueve, la hora en que me encerraba en mi habitación. Cuando Salí, llovia torrencialmente ¿Qué se supone que iba a hacer frente a semejante temporal?, voltee para abrir la puerta y quedarme en casa, no queria arriesgarme a caer en cama otra vez. Cada minuto que pasaba me debatia entre ir o no ir, por una parte no queria enfermarme otra vez y, por otra, queria reconciliarme con Elizabeth y entregarle mi obsequio.
8:15
8:20
8:25
La lluvia definitivamente no queria ni permitiria que pudiese llegar a clase, con cada segundo se volvia peor, es cierto que me encantaba, pero no que pareciese tormenta, ahí era cuando odiaba la lluvia, al menos podria haber cesado mientras iba de camino a la escuela.
¡BEP, BEEEEEEEEP!
¿Qué era eso? ¿Acaso la bocina de un auto?, de seguro no era aquí, porque casi nadie que tuviera auto solia visitarnos, aun asi, la curiosidad me mataba. Abri las cortinas solo un poco e intente ver en que lugar se encontraba, mi gran sorpresa fue ver un automóvil negro en frente de casa, habria podido reconocerlo en cualquier lugar, era Jason. ¿Qué hacia aquí? Hacia varios dias que no hablabamos. Sali y me quede quieta en frente de la ventanilla del conductor hasta que esta descendio.
-Me preguntaba si es que debia entrar a buscarte-me dijo mirnado un punto fijo, luego volteo hacia mi con su encantadora sonrisa-¿te parece si no vamos a clase ahora?
-Claro-conteste-gracias.
Me subi. Dentro estaba un poco helado, pero sin duda era mejor que estar afuera. Me di cuanta de que ni Ashley ni Criss estaban en el asiento trasero, no quise preguntarle el por que se su ausencia, no queria parecer entrometida.
-Lamento haberte dejado sola-me dijo de pronto, tomandome por sorpresa.
-¿de que hablas?
-Senti…-no entendia que le pasaba, era la primera vez que lo notaba tan nervioso-…senti que debia estar contigo cuando todos te dejaron sola…lo lamento.
-No te preocupes-le dije algo indiferente. No podia entender lo desagradable que estaba siendo con el-comienzo a acostumbrarme a estar sola y es…en cierta forma agradable.
-Pero yo no…-otra vez nervioso-…no quiero dejarte sola.
-¿Por qué?-le pregunte-apenas nos conocemos.
-Podriamos…ser…amigos.
-¿amigos?... ¿en verdad te gustaria ser mi amigo?
-Ni te imaginas cuanto-me dijo con su sonrisa caracteristica.
-Pero para ser amigos hay que conocerse-le dije observando que ibamos llegando a la escuela.
-Es cierto-agrego aparcando-¿Qué te parece si comenzamos por preguntarnos esas cosas que nos gustaria saber del otro?
-Me parece-le conteste y entramos
¿Amigos?
Desperté cuando aun no amanecía, me sentía mucho mejor, lastima, me estaba comenzando a gustar esto de no tener que ir a clases. De pronto recordé que había discutido con mis padres el día anterior, bueno, mas bien había sido yo la que lo había hecho. Me levante a eso de las siete treinta, la lluvia se había apoderado de toda la ciudad de Carson, se me había ocurrido que podría ir al lago que estaba cerca para distraerme un poco, mas luego deseche la idea.
Baje a desayunar, Lorene no me estaba esperando con su gran sonrisa como solía hacerlo, aquello me alegro, ya que no tendría que verle a cara ni oír lo que tenia para decirme.
Desayune lentamente, cuando me percate de la hora me lleve un gran susto, eran las ocho con veinte minutos, no llegaría temprano, eso era un hecho. Tome mi bolso y Salí de la casa apresuradamente. Corrí hasta que mis piernas no daban más, estaba hiperventilando para cuando hube llegado a clase, era tarde.
Me dirigí a la sala de japonés, nuevamente Elizabeth había preferido la otra opción, francés. Toque la puerta, la profesora, la señorita Fuji no me miro con muy buena cara.
-Konichi wa-dije un poco nerviosa, sin embargo ella sonrió.
-No se pleocupe, señolita Johnson, aun estamos en la intloduccion, pol favol pase.
¡UF! Eso se llamaba suerte, mire el salón en busca de un lugar vacío en el cual poder sentarme, cuando lo hube hecho, caí en la cuenta de que Jason Jolliet estaba sentado en el lugar de adelante, solo, igual que yo. En ese momento recordé que nadie me los había mencionado el día anterior y que Elizabeth ni siquiera me había llamado.
-¿Puedo sentarme a tu lado?-¿Qué?...era Jolliet, me observaba con su gran sonrisa.
-Si quieres…-conteste algo confundida.
-Claro… ¿Por qué no habías venido?
-¿eh?...-vaya no creí que se preocupara por mi-…estaba enferma.
-¿De que?-me pregunto curioso
-Fiebre y algunos otros síntomas…
-¿y que temperatura tenias?-que pregunta mas rara.
-no lo se, creo que treinta y nueve y medio o lago así.
-Vaya, no creo soportar algo así, moriría…
-¿Qué?
Frunció el ceño.
-No, nada, olvídalo.
Sonrió.
Del otro lado de la sala, el imbecil de Michael nos observaba con el ceño fruncido, aquel estupido. Jason no volvió a pronunciar palabra alguna durante la clase, yo por mi parte hice lo mismo, no me gustaba hablar mucho, adoraba el silencio, podía pasar horas sin pronunciar palabra alguna.
-¿Te parece si vamos juntos a ingles?- me pregunto al finalizar la clase.
-Si quieres…-le conteste esquivando su mirada.
¿Por qué esquivas mi mirada?- me pregunto con el ceño fruncido
-¡Jason!- exclamo la voz de una chica a unos cuantos metros de nosotros, era Ashley, quien se notaba algo irritada-¿Qué crees que haces?... ¡Ven acá!
-Lo siento-se disculpo-te veo luego.
Y se marcho para juntarse con su hermana, quien comenzó a regañarlo en voz muy baja, casi inaudible para mi, solo pude distinguir algunas palabras sueltas como “¿Qué sucede?”, “ aléjate”, “terminara mal”. No sabía si es que eso tenía relación alguna conmigo o con otra persona, en eso vi aparecer a Criss, el pobre se veía fatal, tenia ramilladuras en su cara, cuello y manos, de seguro había dormido con su gato, jaja.
-¿Crees que le hayan golpeado?-me pregunto Elizabeth sorpresivamente. La observe seria-lamento no haber telefoneado a tu casa ayer, es que estuve muy atareada con los deberes…lo siento.
-Descuida-le conteste
…¡los deberes! Había olvidado por completo que debía devolverle sus notas a Michael. Bueno, se los entregaría cuando el se acordara, sino, creería que busco pretextos para acercarme a el luego de lo sucedido el día anterior.
Durante la siguiente hora, Elizabeth me comento que Criss estaba actuando un poco extraño, se veía mas irritado y ya no le sonreía… ¡JA! Ni siquiera había pasado una semana desde que habían comenzado las clases y ella me decía que el ya no era como antes, yo creo que el solo se estaba mostrando tal cual era, eso solía suceder siempre, creemos conocer a una persona y resulta que en realidad apenas sabemos su nombre o donde vive.
Antes de que comenzara la clase de historia, Michael se acerco al lugar en que nos encontrábamos Elizabeth y yo, le devolví los apuntes antes de que me dijese algo y entre rápidamente al salón. Mi amiga parecio darse cuenta de que algo sucedia, no quise decirle nada en ese momento, asi que le menti diciendole que hablaríamos al almuerzo. Nos sentamos junto a los demas, Ashton, James, Michael, Maddie y, ahora Jennifer, una chica muy agradable, a ella tambien le agradaban las historias de vampiros.
Elizabeth busco un lugar apartado en la mesa para que pudiesemos hablar acerca de lo que estaba pasando.
-Bien, te escucho-me dijo, sus ojos denotaban curiosidad.
-¿Qué quieres oir?-le pregunte como quien no quiere la cosa.
-Ya sabes, lo de Michael-me contesto en un susurro.
-¡Bah! No creo que sea al momento-continue revolviendo mi comida-no es importante, mejor dejalo, ¿si?
-¿Qué lo deje?-me miro con el ceño fruncido-¿es que no confias en mi?
-No es eso, solo que no me apetece hablar de eso, en realidad no se por que te lo dije, no quiero hablar, ¿de acuerdo?
-No quieres hablar-susurro-simplemente no te da la gana, las amigas confian la una en la otra, ¿sabes?...crei que eras mi amiga…¡Realmente te crei mi amiga!
Toda la cafeteria nos observaba, Elizabeth se puso de pie y se marcho casi llorando, la verdad es que creo que exagero un poco las cosas, ella tenia cierta facilidad para contarme todo lo que le pasaba, lo siento, pero yo no era asi, preferia ser reservada con esas cosas.
Al dia siguiente no aparecio en clase, ni quise llamarla, ella era muy sensible, en casa ni mama ni Jake me dirigían la palabra, papa parecía haber olvidado aquella escena del miércoles y buscaba cualquier pretexto para hablarme.
Pasaron dos semanas sin que nadie, salvo Michael y Jennifer me dirigieran la palabra, de Elizabeth lo entendia, pero ¿Qué diablos le pasaba a toda la clase que se crein con el derecho de juzgarme y no hablarme?, este asunto no les incluia a ellos. Sobra decir que los Jolliet tampoco me dirigian la palabra, bueno, después de que ese dia Ashley hablara con Jason, era obvio y predecible que no me hablaran.
-¿Me diras por que discutieron?-me pregunto el idiota de Michael en clase de calculo el miércoles-tengo mucha curiosidad.
-Pues…no es algo que deba interesarte, ¿sabes?, es un asunto entre ella y yo, asi que no metas tus narices en esto-le conteste de mala gana.
Parecia que después de lo sucedido aquel dia que intento besarme, se sentia con un cierto derecho de entrometerse en mis asuntos, mire a traves de la ventana, estaba nublado, eso me gustaba, observe a traves del reflejo de esta y Jason me observaba… ¿o era mi imaginación?
Faltaban solo tres dias para el cumpleaños de Elizabeth y aun estabamos peleadas, en realidad yo siempre habia sido orgullosa, pero esta vez estaba dispuesta a pedirle perdon y a contarle lo que habia pasado con Michael, sin embargo, esperaria hasta su cumpleaños para contarle todo.
Habia decidido comprarle unos aretes que habiamos visto un dia de regreso de la escuela, ella me habia dicho que le encantaban, pero que no podia comprarselos, asi que quiza con ese obsequio seria mas facil que me perdonara por no decirle nada. Lunes, martes y miércoles practique mi sonrisa por mas de una hora para que pareciera natural, ella estaria contentisima de ser la primera persona a la cual sonreia desde hace mucho tiempo, aunque al final siempre terminaba siendo una mueca en vez de una sonrisa.
Por fin era jueves, hoy me reconciliaria con Elizabeth y volveríamos a ser tan amigas como antes, ya me estaba acostumbrando a que nadie me dirigiera la palabra en clases, pero sin duda el que mi amiga volviera a hablarme me haria muy feliz.
En canto baje las escaleras, Lorene salio, los ultimos diecisiete dias hacia lo mismo, se iba muy temprano y volvia a eso de las nueve, la hora en que me encerraba en mi habitación. Cuando Salí, llovia torrencialmente ¿Qué se supone que iba a hacer frente a semejante temporal?, voltee para abrir la puerta y quedarme en casa, no queria arriesgarme a caer en cama otra vez. Cada minuto que pasaba me debatia entre ir o no ir, por una parte no queria enfermarme otra vez y, por otra, queria reconciliarme con Elizabeth y entregarle mi obsequio.
8:15
8:20
8:25
La lluvia definitivamente no queria ni permitiria que pudiese llegar a clase, con cada segundo se volvia peor, es cierto que me encantaba, pero no que pareciese tormenta, ahí era cuando odiaba la lluvia, al menos podria haber cesado mientras iba de camino a la escuela.
¡BEP, BEEEEEEEEP!
¿Qué era eso? ¿Acaso la bocina de un auto?, de seguro no era aquí, porque casi nadie que tuviera auto solia visitarnos, aun asi, la curiosidad me mataba. Abri las cortinas solo un poco e intente ver en que lugar se encontraba, mi gran sorpresa fue ver un automóvil negro en frente de casa, habria podido reconocerlo en cualquier lugar, era Jason. ¿Qué hacia aquí? Hacia varios dias que no hablabamos. Sali y me quede quieta en frente de la ventanilla del conductor hasta que esta descendio.
-Me preguntaba si es que debia entrar a buscarte-me dijo mirnado un punto fijo, luego volteo hacia mi con su encantadora sonrisa-¿te parece si no vamos a clase ahora?
-Claro-conteste-gracias.
Me subi. Dentro estaba un poco helado, pero sin duda era mejor que estar afuera. Me di cuanta de que ni Ashley ni Criss estaban en el asiento trasero, no quise preguntarle el por que se su ausencia, no queria parecer entrometida.
-Lamento haberte dejado sola-me dijo de pronto, tomandome por sorpresa.
-¿de que hablas?
-Senti…-no entendia que le pasaba, era la primera vez que lo notaba tan nervioso-…senti que debia estar contigo cuando todos te dejaron sola…lo lamento.
-No te preocupes-le dije algo indiferente. No podia entender lo desagradable que estaba siendo con el-comienzo a acostumbrarme a estar sola y es…en cierta forma agradable.
-Pero yo no…-otra vez nervioso-…no quiero dejarte sola.
-¿Por qué?-le pregunte-apenas nos conocemos.
-Podriamos…ser…amigos.
-¿amigos?... ¿en verdad te gustaria ser mi amigo?
-Ni te imaginas cuanto-me dijo con su sonrisa caracteristica.
-Pero para ser amigos hay que conocerse-le dije observando que ibamos llegando a la escuela.
-Es cierto-agrego aparcando-¿Qué te parece si comenzamos por preguntarnos esas cosas que nos gustaria saber del otro?
-Me parece-le conteste y entramos
Kate Johnson- Vampiros
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